Los partidos del Turno vs. la Democracia

(escrito monolingüe)

Leemos en La Promesa de los Lagos de Pokara, página personal del Sr. Esquirlas de Aire, un excelente escrito en el que se dice, entre otras cosas:

Cuando el gobernar se convierte en un fin en sí mismo y tras esa finalidad sólo hay intereses económicos, reparto de poder y atribución de privilegios, la democracia se configura como una peligrosa adversaria a la que batir en todos los terrenos. Los partidos del turno (PP y PSOE), insertos en la dinámica de okupar el poder alternativamente, probablemente habiendo reeditado el procedimiento del Encasillado, que ya ensayaron con éxito en La Restauración (1874-1923/31), observan con pavor aquellos resquicios por los que la democracia amenaza con colarse, desmontarles el chiringuito y desamortizarles los cargos que tienen adjudicados vitaliciamente. La Ley de la Memoria Histórica, con la que el Gobierno pretendía si no desactivar sí atenuar las voces del republicanismo resistente, ha tenido el efecto de incrementar el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), esto es, personas que siguen manteniendo su ciudadanía española pero que residen en el extranjero y que conservan su derecho a votar en las elecciones españolas, desde el municipio de último empadronamiento, pasando por las Elecciones Generales y terminando en las Europeas, como el resto de español@s . Esto supone, al parecer, un problema para los partidos del turno, que al parecer no controlan el voto de esta gente, la gran mayoría descendientes del exilio republicano y obviamente sospechos@s de demócratas, cosa que como sabemos es peligrosísima, sobre todo para la pachanga política hispánica. Por eso el PPSOE pretende limitar el derecho de sufragio para ese sector de la ciudadanía española, ese peligro republicano en el exilio - o eso deben de pensar -, a las elecciones para el Senado, que total como es una parque temático de la tercera edad para jubilad@s de la elite social, no hay mucho problema.

La casta política que mantiene sus privilegios gracias al Turno de Partidos "monta tanto, tanto monta" y a la práctica homeostática del "gatopardismo" político, o sea, cambiarlo todo para que al final todo "ceteris paribus" y todo permanezca inmutable, le molesta la democracia y no sólo la externa sino también la interna. Porque si le supone un problema que la emigración española tenga derecho a sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, mayor pavor les causa el hecho de que su propia militancia disponga de tal "privilegio", probablemente porque tal cosa supondría un peligro todavía mayor, que no es otro que el que tal chusma (ironía) sea capaz de pensar por sí misma y de manera autónoma. Principalemente porque si la militancia de PP y PSOE tuvieran la posibilidad de dejar de sublimar su pensamiento al del líder y/o al de la dirección del partido, el Turno se iba a la mierda (...)

Mejor construir una sociedad de privilegios en la que haya ciudadanía de primera, de segunda, clase turista y tercera, para que así la elite viaje en primera y el populacho en tercera, como Dios manda por otra parte: "oratores", "bellatores" y "laboratores". Ustedes verán lo que hacen, pero si siguen votándolos, en vez de botarlos, la cosa irá yendo progresivamente de mal en peor, al menos desde una óptica democrática, que desde otro enfoque el resultado puede ser obviamente diferente. La negativa de los partidos del Turno y los nacionalismos, tanto el español como los alternativos a ése (por razones obvias pero que no explicaré ahora), a la modificación de la Ley Electoral; así como ahora el pacto para limitar el derecho de voto y por lo tanto castificar nuestra sociedad, son todo pasos en la misma dirección, esto es, el mantener el statu quo, porque lo que hay ya les va bien. Sin embargo, quieran o no, ustedes tienen en su mano la soberanía nacional y en consecuencia la responsabilidad de ejercerla.

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Ampliado. Hemeroteca.

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