miércoles, 27 de enero de 2010

Del descrédito de las izquierdas y el bipartidismo

(escrito monolingüe)


Escribía yo mismo en un artículo de opinión en Ciudadano Público, la publicación nodriza de ésta otra, lo siguiente, entre otras varias cosas:

(...)

Finalmente, sobre el bipartidismo y el voto útil, decir que siempre animo a los ciudadanos a que voten. Si su primera opción les está defraudando, que se decidan por su segunda opción. Y si ésa les defrauda, por su tercera.

La abstención fortalece a tus rivales políticos. El voto en blanco otro tanto, además de deslegitimar al sistema.

El llamado voto inútil creo que es un concepto falaz que nos empuja al bipartidismo. Y la posibilidad de subversión de los políticos "de izquierdas" que ejecutan políticas "de derechas" se basa en buena parte en la existencia de ese bipartidismo. Miremos p.ej. a los U.S.A.


Quizá hoy se le esté haciendo un favor al P.S.O.E. —a lo que debe ser el P.S.O.E. en realidad y no a lo que se dedica a hacer el Gobierno Zapatero— si se vota a otras formaciones de izquierdas. ¿Paradójico?

Si se deja de votar al P.S.O.E. para no votar a nadie o para votar al P.P., se mantiene el bipartidismo que facilita cosas como que en el Gobierno Zapatero, del P.S.O.E., haya muchos políticos que se dicen "de izquierdas" y hagan o favorezcan políticas "de derechas".

Gozan de un voto fiel, incondicional o cautivo con el que "pueden contar", lo que les permite desatenderlo para pasar a atender a otra serie de intereses más turbios y desde luego nada representativos de las necesidades e intereses ciudadanos. Lo peor que les podría pasar es perder el Gobierno, que tarde o temprano recuperarían gracias al sistema de alternancia bipartidista.

Si se deja de votar al P.S.O.E. para pasar a votar a partidos como I.C.V., I.U., B.N.G., P.A.C.M.A., VERDES... puede que se le esté haciendo un favor primero al país, y luego al propio P.S.O.E.

Se parece esto a la cuestión de decirle "a todo que sí" a un hijo al que pretendemos educar o a saber cuándo decirle que no y reconvenirle adecuadamente para que sea en el futuro una persona madura y de provecho.
Si se favoreciese el multipartidismo, y si se hiciese penalizando las políticas "de derechas" ejecutadas por el P.S.O.E. dándole el voto en los comicios a otras formaciones "de izquierdas", se empujaría al P.S.O.E. a no "contar con el voto" incondicional de simpatizantes y militantes. Se le empujaría a tener que ganárselo. Y comprenderían que sólo podrían ganárselo ejecutando políticas "de izquierdas", que son las que se esperan de un partido que se dice socialista y obrero.


Me parece que una persona que hoy en día, tal como están las cosas, vote a I.C.V o I.U. no es un romántico ni un idealista, sinó un pragmático. Los programas socialdemócratas, que tanta falta nos hacen en Europa y más aún en España, y que han sido despreciados por el P.S.O.E. del Pte. J. L. R. Zapatero,
han acabado siendo recogidos con sabiduría y oportunidad por estas formaciones, que teórica y falsamente seguirían diciendo aquello de que son marxistas o anticapitalistas.


El voto inútil es una falacia que aceptamos desde dentro del funcionamiento bipartidista, tan demoledor para la calidad democrática de un Estado. Es una consecuencia del sistema electoral, que es inconstitucional, porque sí es proporcional como exige la Carta Magna en la letra, pero es mayoritario en la práctica.

Si el voto a partidos minoritarios recibe un notable aumento, el mal llamado "voto inútil" pasaría a convertirse en "voto útil" y el hoy llamado "voto útil" sería tras ese proceso "voto inútil". Conviene pensarlo.

Aunque, evidentemente, la solución democrática a largo plazo no es ésa, sinó una Ley Electoral realmente proporcional que dé a los votos de todos los electores el mismo peso.

La falacia del voto inútil lo que hace en realidad es despreciar a todos los ciudadanos-electores que se sientan libres y no vinculados por el obstruccionista y paralizante bipartidismo. A todos los votantes independientes, que crean que deben ser libres de elegir, comicio tras comicio, entre P.P., P.S.O.E., CHA, CiU, I.C.V., I.U., U.P.D., etc. Según lo que consideren que conviene más al país, al conjunto de residentes en la Península y las Islas.

Y también perjudica, además, a los ciudadanos que sí que "sean fieles" a uno de los dos partidos masivos y bipartidistas. Ya que transforma su voto en voto cautivo con la amenaza de que el cambio de opción a otra "de izquierda", que por la vigencia del bipartidismo, a la fuerza estará fuera del sistema P.P.S.O.E., los transformaría en votantes con "voto inútil".

El bipartidismo con su trampa lógica y fáctica del voto útil vs. voto inútil nos viene a decir: para que tu voto sirva de algo, si eres de derechas votas a P.P. o a nadie, si eres de izquierdas votas a P.S.O.E. o a nadie. Nos niega la libertad de poder votar en igualdad de condiciones a otras opciones igual de interesantes o más aún incluso, según el momento.

Para finalizar sobre la venenosa noción de "voto útil" y "voto inútil", antidemocrática discriminación del ciudadano-elector, querría lanzar la cuestión siguiente: ¿acaso no es voto inútil el votar a un partido que te ha dicho que hará políticas "de izquierdas", que es lo que tú quieres, y que al final hace políticas "de derechas"? ¿No es el pensar en el "voto útil" una sumisión y acatamiento de tan perversa situación?


¿Qué harían los militantes del P.S.O.E. si descubriesen
que no pueden forzar "desde dentro" a cambiar su acción de gobierno "de derechas" al partido "de izquierdas",
sin variar el sentido de su voto, aunque sea temporalmente, a otros partidos con programas políticos "de izquierda"?


Creo que son éstas cuestiones que apunto deberían ser meditadas por los simpatizantes y militantes fieles (no independientes) del partido P.S.O.E.

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