miércoles, 6 de enero de 2010

Bonó habló

(entrada monolingüe)


...y como de costumbre subió el pan. En el sentido de que se ha generado polémica por sus palabras. Es algo que saben hacer como pocos tanto el Sr. Bono como el Sr. Ibarra.


En el diario sobre economía y negocios Cinco días leíamos lo siguiente:

Efe - Madrid - 03/01/2010


Bono, en una entrevista en el diario 'El Mundo', explica (...) "Sería conveniente que las cúpulas de los partidos redujeran el poder que tienen en materia electoral, que no es poco", opina.

A su juicio, "para ser diputado, debería ser más eficaz llevarse bien con quien vota las candidaturas que con quien las confecciona", lo que contribuiría de paso a "prestigiar" a la clase política.

Bono cree que habría que ir más allá de las listas abiertas, que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), vigente desde 1985, aplica ya a la elección de los senadores.

Plantea combinar listas nacionales con distritos en los que se elija a un solo diputado -uninominales-, como ocurre en el Reino Unido, con el fin de establecer un mayor vínculo entre el votante y el diputado.

No obstante, abre la puerta a cualquier otro sistema que otorgue "más autonomía a los electos" (...)


El Sr. J. Bono pone sobre la mesa uno de los vicios de la partitocracia. Los partidos políticos, sus cúpulas, acumulan demasiado poder. Es un defecto derivado de la Transición de la dictadura militar fascista a la democracia parlamentaria. Los partidos políticos, prohibidos todos menos uno en la dictadura, eran sujetos muy débiles y se les quiso blindar dándoles mucho poder para estabilizar la renaciente democracia.

Ahora que ya hay bastante estabilidad institucional, nos encontramos con que es muy difícil desproveer a los partidos del exceso de poder que atesoran, ellos y especialmente sus cúpulas: listas electorales cerradas y bloqueadas, confeccionadas por el líder del partido, facultades para componer el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, aforados que sólo pueden ser investigados penalmente por el Tribunal Supremo si los parlamentos acceden...

El método que el Sr. J. Bono explicó en la entrevista concedida al diario El Mundo, listas uninomiales y nacionales al estilo británico, no me parece que sea el acertado, en cualquier caso.

Siempre he apuntado a que el problema primero que tenemos es el de la proporcionalidad: el voto de todos los ciudadanos no vale lo mismo. Los que viven en localidades muy pobladas resultan en la práctica discriminados respecto a los que viven en localidades con poca población. Quienes votan a terceros y cuartos partidos resultan marginados también en comparación con quienes votan "a los dos partidos" de masas.

La discriminación se comprueba fácilmente al comparar el porcentaje de votos obtenido por cada candidatura con su porcentaje de asientos asignados en el parlamento.

La causa de la importante distorsión que se da a favor de los dos partidos masivos, P.P. y P.S.O.E., viene dada por:
- la circunscripción provincial
- el mínimo de parlamentarios asignados de antemano a cada provincia


El Sr. Pérez, nos explica en su página personal, La Pereztroika de Pérez, que el partido del Sr. J. Bono, el P.S.O.E., desautorizó la exposición dada por el Sr. Bono:
“No está en la agenda ni en el programa impulsar esa iniciativa”, dijeron fuentes oficiales del PSOE que matizaron que “Es un debate muy manido y recurrente” y valoraron la opinión de Bono como una simple “reflexión personal”.

Al Sr. Pérez parece que le gustaría que la posición del Sr. Bono fuese la de su partido.


El Sr. J. García, simpatizante del partido polítio UPyD, en su página personal, aplaude las palabras del Sr. Bono:
Las circunscripciones unipersonales son circunscripciones electorales más pequeñas que la provincia a las que corresponde una única acta de diputado que es ganada por el candidato que más votos obtenga (mayoría simple).

(...) el simple hecho de que José Bono saque el tema a la primera página de la palestra política ya me alegra, pues confío en que dará un impulso a la reforma de la ley electoral, que actualmente se debate, o más bien dormita, en una subcomisión parlamentaria que tiene hasta el próximo mes de junio para finalizar su mandato.

Nos da el autor el motivo por el que me parece desacertada la propuesta del Sr. Bono: la circunscripción uninomial es aún más pequeña que la provincia y se elige a un único candidato por el sistema mayoritario.

Eso haría aún más grave el problema de falta de proporcionalidad que tenemos. Es la reforma contraria a la que debería hacerse.


El Sr. C. Salgado, en su página personal concluye algo parecido a lo que acabo de decir:
(...) aunque estoy completamente de acuerdo con que hay que reformar el sistema electoral, no lo estoy en absoluto con las razones que plantea para realizarla, ni el tipo de modificación que quiere impulsar.

La razón para esta reforma, según Bono, es acercar los políticos al ciudadano ante el desapego de la población por la política, ante el descredito que están sufriendo y que se refleja en las encuestas del CIS. Esto creo que no se consigue reformando la ley electoral, esto se consigue si los políticos no se preocupan sólo en época electoral de los electores, si los programas electorales, llenos de promesa,s luego se cumplen (...)

Otra de las razones es la corrupción que hay entre la clase política.

(...)

La reforma electoral hay que hacerla, pero hay que hacerla porque la ley electoral actual es profundamente injusta. Ya conocemos como nuestra ley ayuda de forma muy importante a los dos grandes partidos y elimina a los pequeños partidos de ámbito nacional.

Pero la reforma que propone Bono, es si cabe, aun peor, ya que lo que propone es un sistema similar al Ingles, con circunscripciones electorales pequeñas donde se elije un solo diputado por circunscripción, el que saque la mayoría, con algún ajuste sin definir. De esta forma vamos a un bipartidismo total ya que en la práctica se repartirían entre el PSOE y el PP todos o diputados

El peligro es que, precisamente los que tienen que aprobar la reforma de la ley son esos dos partidos.

La otra opción es la de listas abiertas, pero en la situación política actual es poco efectiva ya que como se ha demostrado en el senado, la gente al final vota a un partido y no a las personas, que a la postre han sido colocados por los aparatos del partido, muchos de ellos auténticos desconocidos. Quizás las listas abiertas no hay que hacerlas de cara a los electores, sino, que existan primarias abiertas en todos los partidos y en función de los resultados se confeccione la lista electoral.

(...)
Reforma electoral SI, pero no cualquier reforma (...)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La posibilidad de dejar comentarios ha sido deshabilitada.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.