lunes, 28 de febrero de 2011

Falta de proporcionalidad electoral en las elecciones catalanas


Hace pocos meses se celebraron elecciones (legislativas; al Parlament) autonómicas en Catalunya.

Hemos publicado recientemente un estudio en el que se analizan los resultados desde el punto de vista, entre otros, de la proporcionalidad del sistema electoral, de si los mismos votos dan los mismos parlamentarios a todos los votantes (o a todos los partidos).

Hoy traemos prensa y webs en las que se comentó lo mismo.


Leemos en El periódico lo siguiente:

Ciutadans exige una reforma de la ley electoral

La formación (...) Ciutadans (...) partido liderado por Albert Rivera (...) ha reclamado una "reforma" de la ley electoral, que considera "injusta" (...)

(...) El líder del partido ha destacado que continúan siendo la sexta fuerza más votada, pero que debido a que "algunos no quieren cambiar la ley electoral" se quedan en tres diputados, mientras que si fuera un sistema equitativo tendrían cinco representantes en el Parlament.



Leemos en "Mi punto de vista. BLOG PERSONAL DE DAVID GERBOLES PEREZ" lo siguiente:

(...) C´s ha obtenido apróximadamente 16.000 votos más que en el 2006, pero por una injusta ley electoral no ha logrado que ese aumento de votos se convierta en escaños y por lo tanto conserva los tres que ya tenía (...)

Como muestra de lo injusticia de la ley electoral, el partido de Joan Laporta ha entrado en el Parlamento catalán con cuatro diputados, obteniendo 3.000 votos menos que C´s. La entrada de SI (...) hará que ERC y CiU radicalicen su discurso nacionalista.



Leemos en Libertad digital lo siguiente:

Las hectáreas votan por Artur Mas

por Pedro Fernández Barbadillo

(...) la ley electoral catalana, que favorece, como la ley electoral nacional (...) a las circunscripciones menos pobladas. En el estatuto derogado se establecía que las circunscripciones para el parlamento regional eran las cuatro provincias. Barcelona elegía un diputado por cada 50.000 habitantes, con un máximo de 85. Gerona, Lérida y Tarragona elegían un mínimo de seis diputados, más uno por cada 40.000 habitantes, con lo que se atribuían respectivamente 17, 15 y 18 diputados. Esta distribución se mantiene en 2010.

A la ley electoral que se usa para las elecciones a Cortes Generales se le reprocha que prima en exceso a las provincias menos pobladas (Soria, Teruel, Palencia, Guadalajara) en detrimento de las más pobladas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla). Alfonso Guerra afirmaba que en España votaban las hectáreas en vez de los ciudadanos, y no le faltaba razón, pero no rectificó esta injusticia cuando el PSOE se hizo con 202 diputados. A medida que se instauraban las comunidades autónomas, los entes preautonómicos aprobaban normas electorales que beneficiaban al partido hegemónico. De acuerdo con los resultados de 2006, en el Parlamento catalán un diputado por la provincia de Barcelona cuesta entre 24.000 y 26.000 votos, mientras que en Lérida basta con algo más de 10.000 votos; en Gerona y Tarragona, el diputado se obtiene con entre 13.000 y 15.000 votos.

CiU ha vencido en las cuatro provincias catalanas en todas las elecciones autonómicas desde 1980, salvo las celebradas en 1999 y 2003, en que el PSC quedó primero en la de Barcelona. Sin embargo, CiU siempre ha tenido más escaños que el PSC, incluso en 2003. En estas elecciones, el PSC sacó 8.000 votos más que CiU, pero la coalición tuvo cuatro escaños más gracias a la ley electoral, que primó sus victorias en Tarragona, Gerona y Lérida. En 2006, la diferencia entre CiU y el PSC fue de 11 diputados a favor del primero, pero se repitió el Tripartito, ya que la suma de los escaños aportados por los tres partidos superaba la mayoría absoluta (...)



Leemos en Diario siglo XXI lo siguiente:

Ley electoral injusta

Carmen M. Maciá (Barcelona)

Examinando votos y escaños en estas elecciones catalanas uno se da cuenta que el partido de Laporta sólo ha necesitado 13.000 votos para conseguir un escaño en Gerona, mientras otros partidos como Ciudadanos han necesitado casi el triple, 30.000, para conseguir lo mismo en Barcelona.

Es una distorsión de la voluntad popular que haya escaños tan baratos y otros tan caros. No es de recibo que el voto de una persona valga el triple que otra en función de donde resida. En Cataluña tenemos una ley electoral que beneficia claramente a los partidos y a las provincias más nacionalistas. Quizá es hora de modificarla y que se aproxime al elemental principio democrático de una persona, un voto.



Leemos en Vicenç Navarro, interesantísimo como siempre, las siguientes palabras:

¿Qué ha pasado en Catalunya?

Este artículo critica algunas de las interpretaciones que han aparecido en los mayores medios de difusión sobre las últimas elecciones autonómicas en Catalunya, señalando las causas de que las derechas estuvieran muy movilizadas en contra del tripartito y de que las izquierdas estuvieran muy desmovilizadas, lo cual se tradujo en una abstención de sus bases electorales así como una transferencia de votos, por parte de sectores profesionales de orientación nacionalista a CiU, y de sectores de la clase trabajadora al PP.

(...) es importante utilizar los indicadores adecuados del fenómeno que se analiza. Y para evaluar el apoyo popular no se puede tomar como indicador de este apoyo el número de escaños que ha obtenido un partido. Lo que debe hacerse es mirar el porcentaje de votos que ha recibido tal opción política sobre el total de personas que podían votar, es decir, el electorado.

(...) No pueden considerarse los escaños como indicadores de apoyo popular, pues las reglas electorales en Cataluña, que como en España, son escasamente proporcionales no permiten ver el grado real de apoyo que las opciones políticas tienen. La única manera de mirar el apoyo electoral es ver el número de votos que ha recibido sobre el total del electorado.

(...)



Leemos en Seminari de Política lo siguiente:

Entrevista a José Manuel Villegas

José Manuel Villegas, 42 años, es vocal de Ciutadans [Cs] y ha ejercido de director de la campaña electoral de las pasadas elecciones autonómicas, además de ser el número 4 de la lista. Abogado de profesión, compagina su oficio con la dedicación al partido. De joven militó en las Juventudes Socialistas. Hecha en falta tiempo libre para practicar su hobbie: correr maratones.


Durante la campaña, se mostraron muy optimistas de cara a lograr cinco diputados en el Parlament, que les permitiría disponer de un grupo propio. ¿Están satisfechos con el resultado final?
Sí, estamos plenamente satisfechos. (...) Desafortunadamente (...) la ley electoral ha evitado que sumáramos cuatro o cinco diputados.

¿Están de acuerdo con la fórmula de Hont para hacer el reparto final de escaños?
La culpa no es de la fórmula de Hont, sino del reparto de votos por cicunscripciones, que no es proporcional al número de ciudadanos que residen en cada una de ellas. Una de nuestras reivindicaciones, que planteamos durante toda la campaña, es el cambio de la ley electoral.

Más que cambiar, crear una ley electoral propia.
Exacto. Y en ella, además de incluir la limitación de mandatos y listas abiertas, creemos que debe ser más proporcional, con un voto más igualitario.

¿Desde su lugar en la oposición del Parlament, ve viable aprobar alguna de sus propuestas, como el pacto anti-corrupción o la citada ley electoral?
Nosotros lo vamos a plantear, porque es el compromiso con los ciudadanos que nos han dado su apoyo. Serán los demás partidos los que tendrán que decidir, pero la verdad es que yo soy pesimista. Todos, no sólo CiU y PSC, tienen demasiados intereses, y no quieren cambios para quedarse como están. Lo bueno de que haya voces diferentes es que podemos plantear nuestras propuestas para que las formaciones se posicionen y luego que los ciudadanos decidan.




Recuerda:
Estudio 1v1a (%v=%a)Ciudadano Público

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